Día Mundial de la Visión: aumentan un 30% la cantidad de cirugías de cataratas
En el Servicio de Oftalmología del Hospital Universitario Austral se llevaron a cabo 852 cirugías de cataratas en los primeros nueve meses del 2022, mientras que el año pasado se habían realizado 655 en el mismo período, lo que denota un incremento del 30%, posiblemente provocado por el retorno a la normalidad después de la pandemia de COVID-19. En ocasión del Día Mundial de la Visión, que se celebra este próximo jueves 13 de octubre, es entonces relevante abordar de qué se trata esta enfermedad y cuáles son las alternativas de tratamiento.
“El lente transparente ubicado dentro del ojo, denominado cristalino, es necesario para la formación de una imagen adecuada en la retina. Su pérdida de transparencia, conocida como catarata, disminuye la agudeza visual e incluso una catarata muy avanzada puede causar ceguera”, explica Juan Gallo, MP 55399 y MN 69632 coordinador de Oftalmo-Diabetes del Servicio de Oftalmología del Hospital Universitario Austral.
“La catarata puede ser de origen senil, traumática, metabólica, congénita, cortisónica, en este caso a raíz del uso de corticoides en altas dosis por largo tiempo o asociada a algunas enfermedades sistémicas. Sin embargo, la causa más frecuente es la de tipo senil. De acuerdo con su grado de desarrollo, disminuye la visión de lejos y de cerca, y afecta en especial la visión nocturna, debido a que la opacidad del cristalino altera el pasaje de luces y causa una distorsión de imágenes luminosas sobre la retina. Esta suele ser una queja frecuente entre aquellos que manejan de noche”, continúa.
“Todavía no existe un tratamiento específico para prevenir la aparición de cataratas. Por eso, se recomienda que la población mayor de 55 años de edad realice un examen anual con su médico oftalmólogo, para averiguar si hay signos o presencia de síntomas relacionados. Una consulta oftalmológica periódica también se requiere en pacientes con diabetes o que son tratados con corticoides tanto sistémicos como en colirios, añade el también profesor titular de Oftalmología de la Facultad de Ciencias Biomédicas de la Universidad Austral, e investigador principal del CONICET.
“Una pregunta casi infaltable entre los pacientes es cuándo deben operarse. En general, de no mediar otros aspectos médicos, se opera cuando la catarata interfiere en las tareas habituales. Es decir que no es necesario esperar mucho tiempo en los casos de pacientes con actividad laboral intensa, cuya catarata les dificulta trabajar. Mientras tanto, esta situación difiere en aquellos ya retirados de sus labores y que están satisfechos con sus visiones, aunque se encuentren limitadas. Cada paciente es un caso particular”, indica el especialista.
“Los avances tecnológicos y oftalmológicos de las últimas décadas tuvieron un impacto favorable en la seguridad y eficacia de esta cirugía. En la actualidad, la técnica más extendida es la facoemulsificación, junto a la colocación de un lente intraocular. Esta lente tiene una graduación refractiva distinta en un ojo emétrope, miope o hipermétrope. Por eso, son importantes los estudios previos a la cirugía, que incluyen el cálculo del lente intraocular, con el fin de lograr una buena visión postquirúrgica, preferentemente sin la ayuda de anteojos”, asevera Gallo.
En ese sentido, así como los anteojos multifocales ayudan a resolver los casos de presbicia, es decir de las dificultades para ver de cerca que comienzan a aparecer luego de los 40 años de edad, algo similar ocurre con los lentes intraoculares. “Los lentes multifocales han sido recibidos gratamente por los pacientes operados de cataratas que se encuentran aún en una etapa laboralmente activa”, ilustra al respecto. Aunque completa: “Lógicamente, este tipo de lente intraocular se utiliza después de un estudio oftalmológico del cual no surjan contraindicaciones”.
El Doctor Pablo Bazterrechea – Médico de planta del Servicio de Oftalmologia del Hospital Austral, dialogó con Leo Gómez para “Día a Día” por Radio X Pilar – 100.3 Mhz.